Cualquier estudiante ha padecido en alguna ocasión uno de sus principales miedos: quedarse en blanco. Los nervios, la inseguridad, la ansiedad y el cansancio pueden provocar ese bloqueo mental que, si no se supera, acabará convirtiéndose en un suspenso.
La memoria a veces falla y lo peor es si ocurre justo en mitad del examen.