Cada vez es más frecuente enfrentarnos a un examen tipo test tanto en los estudios como para conseguir un trabajo mediante una oposición.
A continuación explico algunas orientaciones que pueden resultar de utilidad para realizar estos exámenes.
En una entrada anterior expliqué cómo estudiar para realizar pruebas tipo test.
Una vez delante de la prueba conviene leer detenidamente las instrucciones y prestar atención al tiempo del que dispones para hacer la prueba, por ello conviene que lleves un reloj.
Es aconsejable seguir unas reglas para responder cada una de las cuestiones:
1.- Lee con atención tanto el enunciado como cada una de las alternativas que se ofrecen.
2.- Localiza la palabra clave del enunciado.
3.- Intenta contestar mentalmente, sin leer las alternativas, piensa la respuesta correcta y después localízala.
4.- Si no consigues responder mentalmente, reflexiona las alternativas de respuesta y actúa por exclusión, eliminando las que no proceden.
5.- Selecciona la mejor respuesta y comprueba mentalmente que es la correcta.
6.- Ante dos alternativas muy similares entre sí y diferentes al resto, es muy probable que una de ellas es la correcta. Analiza los matices que marcan la diferencia.
7.- Aquellas respuestas que gramaticalmente no encajan con el enunciado, tienden a ser falsas.
8.- Si, entre varias alternativas, encontramos dos que resultan contradictorias, es muy probable que una de ellas sea la correcta.
9.- Presta atención a los calificadores del tipo “nunca, ninguno, todos, muchos, jamás, siempre, totalmente…” probablemente estén en una alternativa falsa, salvo que sea evidente que es verdadera.
10.- Ten cuidado con las cuestiones que contienen negaciones, te obligan a pensar al contrario, y las dobles negaciones: “no es cierto que no necesitan…”, se convierte en un positivo: “es cierto que necesitan…”
11.- Ante cuestiones sobre las que se duda, conviene no entretenerse demasiado y pasar a la siguiente pregunta. En una segunda vuelta se intentará responderla.
12.- A veces una respuesta nos puede ayudar a contestar una pregunta en duda. Utiliza los conocimientos y la información que has conseguido al realizar el test.
13.- Si consideras que es insuficiente el número de las cuestiones que has respondido, calcula el número de las que te quedan por responder y compara con las que crees seguro que has respondido bien. Según esto, responde un número razonable de aquellas que dudas, empezando por las que estás más seguro de acertar.
14.- Si te la vas a jugar, elimina las alternativas claramente incorrectas. Compara las que te quedan e identifica las diferencias que existen entre ellas. Relaciona cada una de ellas con el enunciado, para comprobar su relación. Y finalmente “adivina” con la respuesta más acertada.
15.- Deja tiempo para repasar el examen en una segunda vuelta; responde las cuestiones que tenías duda, en caso de estar segur@, y confirma que no hay errores en las que ya están contestadas.
16.- Si estás contestando en una plantilla, asegúrate de estar contestando el número que se corresponde con la pregunta.
¿Cuándo cambiar la respuesta?
Si en la segunda vuelta dudas de una alternativa elegida, aprovecha la información aportada por el resto de la prueba, y cambia sólo en el caso que estés completamente segur@, ya que las estadísticas confirman que la primera opción elegida es la correcta.
Debes tener muy claro que estas reglas y consejos solamente son útiles después de un buen estudio.
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Unos consejos muy productivos, se pueden poner en práctica fácilmente.
Muy bien explicado, para mi siguiente examen lo tendré en cuenta.
Gracias Ángela. Ese es el objetivo de los consejos que explico, que los pongáis en práctica y os ayuden en los resultados.
Ya me contarás si te han sido útiles en tu próximo examen.
Aprovecho también para desearte Felices Fiestas.